martes, 7 de febrero de 2017

De Erisai. Hacia Tar Valon.




Hace tres días que partimos de Shol Arbela. A pesar de la alegría que muy en el fondo siento por la nueva vida que me espera allá en la Torre Blanca, aunque hayan de pasar años hasta que me convierta en una Hermana de pleno derecho, no puedo desprenderme de la inmensa tristeza que me provoca estar separada de mis padres y, sobre todo, de Ilstar. Nunca hubiese dicho que me resultaría tan penoso alejarme de ellos, nunca había imaginado que me abordara una nostalgia tan profunda, una melancolía tan devastadora. Y supongo que todas estas emociones se deben casi exclusivamente a la despedida de mi hermano. Desde que entró al servicio de los mensajeros de Arafel, hemos pasado largas temporadas separados debido a sus viajes, pero siempre sabía que, transcurridas varias jornadas, volvería a verlo, dispondríamos de horas para estar juntos y ponernos al día. Ahora, si bien él me juró encontrarme a su vuelta de Medo, y la Luz sabe que no dudo de su palabra, siento como si nuestra vida hubiera quedado interrumpida, temo llegar a Tar Valon  y no poder volver a abrazarlo durante muchísimo tiempo. Y la sola idea me rompe el alma.

La noche antes de mi partida, madre preparó una de mis comidas favoritas en la casa, y padre acudió desde la fortificación para poder cenar con nosotras. Parloteaban dándome consejos, explicándome anécdotas, sugiriéndome esto y lo otro, advirtiéndome sobre el trato que en todo momento debía dispensar a la amable Aleina Sedai. Yo intentaba prestar atención y sonreír, pero no podía dejar de mirar el sitio vacío de Ilstar a mi lado, y los pinchazos de dolor que notaba en el pecho no me dejaban corresponder al bullicio de mis padres. Durante los postres, madre me hizo entrega de su costurero con incrustaciones de nácar y padre… padre me regaló un sencillo pero hermoso laúd. Solo en esos momentos conseguí distraer mi tristeza. ¡Un laúd! Pensaba que les había pasado por alto mi afición a la música, pero por lo visto no era así. Incluso, aunque no lo explicitaron, me dieron a entender que estaban al corriente de mis escapadas a la posada para presenciar las actuaciones de los juglares.

Al amanecer tuve otra sorpresa. Antes de que la comitiva de Aleina Sedai llegara a los establos de palacio, yo ya esperaba, nerviosa, su llegada. Cuál no sería mi asombro al ver aparecer a mi querido Ebien con su yegua, la bonita rojiza que me prestaba para mis frecuentes paseos a la pradera. Insistió en que me la llevara, que él sabía que a las novicias se les permitía viajar con sus monturas, aunque luego se pasasen años sin poder salir de la Torre. No podía creérmelo. Ignoro cómo sabía él ese detalle, pero resultó bien cierto pues, Aleina Sedai no solo no puso ninguna objeción, sino que cuando llegó a las cuadras le pareció natural que viajara en mi propia cabalgadura. Me pregunto qué habría pasado de no tenerla. Ah, también me entristeció despedirme de Ebien, después de Ilstar, es el único muchacho con el que he conseguido sentirme a gusto más allá de los juegos lejanos de la infancia.

Tres largas jornadas viajando junto a la Hermana, rodeadas por los guardias de una caravana de mercaderes que se dirigen al sur. He de reconocer que es apasionante todo lo que me explica y, por supuesto, todo lo que me enseña. He aprendido a hacer unas pequeñas bolas de luz que se quedan flotando ante mí e iluminan como lámparas de aceite. Es verdad que cuando me distraigo hacen cosas raras, se disuelven, empiezan a girar alrededor de mi cabeza o estallan como una tenue flor nocturna. Aleina Sedai ha empezado su instrucción conmigo, durante horas me habla de lo que es el Saidar, de la Torre y la vida en ella, de los Ajah. Me hace abrazar y soltar la Fuente una y otra vez, mientras ella recrea con su voz la ya un tanto fastidiosa imagen de la flor abriendo sus pétalos. Es agotador cabalgar, escuchar, asimilar todo lo que me cuenta para poder repetirlo cuando lo pregunta en cualquier momento del día.

También la observo encauzar a ella, es fascinante. Es como observar un difícil entramado de los que mi madre se empeñaba en hacerme bordar en toallas y sábanas. Quizás por eso, aunque me parezca asombroso y complicado, no me resulta del todo ajeno: son hilos que se entrelazan y se separan, se unen y se distancian para confeccionar un tejido que termina siendo una prenda con una utilidad específica. Creo que a fuerza de observar cómo lo hacen las demás, me sería bastante fácil aprender. Es más. .anoche Aleina Sedai curó el brazo de un mozo que cayó del caballo. Se rompió el hueso por dos sitios y la Hermana me llamó a su lado para que la ayudase con el herido. Yo no sé si ella imagina que me fijo en lo que hace, si siquiera sospecha que viéndola encauzar puedo llegar a aprender algo. El caso es que lo que hizo para curar ese brazo se ha quedado plasmado en mi mente como uno de esos dibujos del álbum de patrones para bordar que mi madre guarda como un tesoro.

Estoy muy cansada. He ayudado a montar el campamento para pasar la noche en las cercanías de un bosque. Todavía es media tarde, pero no sé por qué hoy nos hemos detenido tan pronto. Tengo que cepillar a Airosa, darle de comer como así al caballo de Aleina Sedai, tengo que lavar algunas prendas y luego acudir a la clase de hoy. Así que dejo de escribir, sino me caerá un castigo, que por lo visto, por muy amables que sean, las Hermanas saben muchísimo de cómo castigar a una holgazana.


De Farid y Terx. Ascenso de Terx.


Una sala de espera

Llegas hasta una  sala profusamente decorada.  El arco, en esta parte,  esta

salpicado de azores esculpidos en la dura piedra.  El suelo, pavimentado con

marmol blanco de gran calidad,  lleva hasta tres  puertas distintas,  una en

cada pared de la habitacion. De las paredes, de color amarillo suave, penden

varios  tapices con escenas de batallas de otro tiempo,  las cuales han sido

ya  probablemente olvidadas.  Una gran  lampara de  cristal proporciona  una

agradable iluminacion a toda la estancia.  A ambos lados del arco de entrada

hay dos grandes bancos de roble,  donde pueden esperar las visitas del Señor

y los Consejeros.



Terx esta aqui.



Farid dice '¡ah! ¡estás aquí!'



Terx mira a Farid.



Farid dice '¡Muy bien! Me gusta la puntualidad.'



Terx sonríe orgulloso.



Farid abre la puerta de su despacho.



Farid dice '¡Ven! Sígueme, adelante'



Farid abre la puerta de su despacho y entra a la estancia.



Despacho del Señor de Guardianes

Entras en una espaciosa sala que desprende un olor fresco y agradable pero no

sabrias la procedencia  de ese aroma.  Los muebles son de una linea  sobria y

elegante.  Una gran mesa de madera oscura con  adornos dorados y la figura de

un delfin labrado en fino cristal  reposando sobre un pedestal de plata ocupa

gran parte del espacio que queda libre. No alcanzas a ver el suelo ya que una

alfombra de  procedencia illiana lo  cubre por completo.   Los ojos se te van

hacia la pared donde un gran tapiz  hace homenaje a algunos de los Señores de

Guardianes que por un hecho u otro han sido historia. Al lado de cada retrato

hay una pequeña lectura,  pero desde aquí no logras distinguir  lo que ahi se

explica.  Mirando el resto de la sala puedes ver la replica  de lo que debio

ser una espada legendaria.

Te encuentras en los dominios del Señor de los Guardianes.



Terx entra al despacho y observa atentamente.



Farid dice 'Cierra la puerta'



Farid se quita la capa y la deja sobre una silla. Después afloja la evilla de la espada y la deja junto a la capa.



Terx cierra la puerta del despacho y se queda en pie esperando.



Farid señala un sillon frente al escritorio.



Farid dice '¡Toma asiento!'



Farid camina hasta la silla del señor en su escritorio.



Terx se sienta frente a Farid.



Farid pregunta '¿Y bien? ¿cómo te ha ido? ¿Qué te ha parecido la biblioteca?



Terx dice 'No lo sé, señor'



Farid sonrie visiblemente.



Terx dice 'La biblioteca interesante... cuanto menos'



Terx dice 'como sabéis os pedí permiso para salir de la Torre'



Farid sigue sonriendo con cierta picardia.



Terx dice 'aquella nota manuscrita que encontre'



Farid pregunta '¿Si que pasa con la nota extraña que encontraste?'



Terx dice 'Es la que me ha servido para seguir el hilo'



Farid dice '¡Bien! Lo hiciste tal y cómo te lo pedí, supongo'



Terx dice 'sí'



Farid estira la mano.



Farid dice '¡Dámelo! A ver cómo te ha ido'



Terx busca en su bolsa.



Terx extrae unos papeles atados con un cordón de cuero.



Terx se los entrega en la mano a Farid.



Farid desata el cordon de cuero y revisa los papeles, la sonrisa no se le desdibuja de la cara.



Farid dice 'Parece que todo ha ido muy bien.'



Farid dice 'Aparte del problema con el gatito...'



Farid se rie unos segundos.



Terx se frota las manos.



Terx baja los brazos para tener las manos quietas.



Farid dice 'has realizado un buen trabajo'



Terx dice 'Gracias, señor'



Farid dice 'Es el momento de decirtelo, supongo'



Farid dice 'Todo ha sido un ardid. Un montaje vamos.'



Terx levanta una ceja.



Farid dice 'Es parte de tu entrenamiento, es algo que se utiliza para evaluaros'



Terx dice 'Un mon... un montaje?'



Terx se siente ridículo.



Farid dice 'No lo tomes como un engaño, es una parte necesaria de tu entrenamiento.

Y tengo que decirte que has sido muy bueno en la tarea'



Terx suelta el aire lentamente para no levantarse de golpe.



Farid revisa los apuntes realizados por Terx.



Farid dice 'ahora'



Farid pregunta '¿que has aprendido?'



Terx se queda en silencio.



Terx dice 'Que no todo es lo que parece'



Terx dice 'empezando por el inicio'



Terx dice 'Que hay ocasiones en las que hay que guardar la espada y pasar desapercibido'



Farid hace gestos para que continue.



Terx dice 'Y muchas más cosas... que habré de descubrir'



Farid dice 'Primero de todo, lo que has hecho no ha sido inutil, para nada'



Farid dice 'has seguido una pista y cuando se empezaba a difuminar has conseguido la manera de seguirla hasta finalizar la tarea'



Terx asiente.



Terx sigue pensando en el hecho de que esto era todo mentira.



Farid dice 'has recuperado un objeto, en el futuro puede que sea una necesidad real para la torre'



Farid pregunta '¿Te das cuenta?'



Farid observa cierta decepción en la cara de Terx.



Farid dice 'Terx Gowin, no ha sido una tarea inutil. ¡Sácatelo de la cabeza!'



Farid imprime seriedad a sus palabras.



Farid mira a los ojos a Terx.



Terx desvia levemente la mirada.



El silencio invade un minuto la estancia mientras Terx vuelve la mirada al Señor.



Terx dice 'No soy gran conocedor de estos objetos'



Farid dice '¡Ni yo lo soy! Pero ahora sabes que si eres capaz de encontrarlos'



Terx dice 'Si puedo ayudar en algo en la Torre, habrá valido la pena'



Farid dice '¡Por supuesto que has ayudado!'



Farid hace un gesto afirmativamente.



Terx parece relajarse y una leve sonrisa empieza a dibujarse en sus labios.



Farid dice 'Estás preparado Terx Gowin para el siguiente paso en tú camino'



Farid se pone en pie.



Terx pregunta extrañado '¿Señor?'



Farid dice '¡Levantate!'



Terx se levanta raudo.



Farid se pone frente a Terx.



Farid ha ascendido a Terx a Aprendiz.



Farid dice '¡¡Enhorabuena Aprendiz!!'



Terx dice 'Gracias, señor'



Terx dice 'trabajaré para no defraudaros'



Farid dice '¡Sé que lo harás!'



Farid dice 'Debes mudarte a las dependencias de los aprendices antes de esta noche.'



Farid dice 'Hazlo cuanto antes y después sigue con tús obligaciones'



Terx asiente y gira hacia la puerta.



Terx sale silenciosamente del despacho y cierra tras de si.



Farid vuelve a su escritorio y se centra en los papeles que siguen acumulandose.



Farid susurra 'necesito una copa de vino...'



Farid se concentra en su vinculo. ¿Qué estará pasando ahora? Los papeles tendrán que esperar. Rapidamente coge la capa y la espada y sale raudo del despacho...

lunes, 6 de febrero de 2017

De Ilstar y Erisai. Tristeza.


Entrada al Palacio del Rey Paitar Nachiman

El rey de Arafel ha vivido siempre entre las murallas de Shol Arbela por eso
dicen las leyendas que la ciudad nunca sera tomada por las hordas del Oscuro.
El palacio de estilo clasico no desentona con el paisaje y es engullido por
los restantes edificios colindantes, solo su planta aparentemente mas amplia
parece salirse de la norma.

Varios soldados de Arafel vigilan la entrada.

Erisai sale apresurada de una de las puertas laterales del gran vestibulo del palacio, parece alterada, en sus mejillas hay un sonrojo de ansiedad.

Ilstar cruza el vestíbulo en dirección a los establos de palacio.

Erisai distingue a su hermano y corre hacia el, esquivando sirvientas que la miran con reprobacion.

Ilstar se fija en su hermana y la saluda desde la distancia.

Erisai susurra 'Ilstar!'

Ilstar se para y espera a Erisai.

Erisai apura los ultimos pasos hasta situarse frente a Ilstar

Ilstar dice 'Paz hermana'

Erisai dice 'paz, Ilstar. llegas o te vas?'

Ilstar da un golpe a su zurrón que parece lleno.

Ilstar dice 'Ahora mismo partía hacia Medo'

Erisai hace una mueca de fastidio.

Erisai dice 'podemos hablar un momento? por favor'

Ilstar mira de reojo los establos y suspira.

Ilstar dice 'sí, claro'

Erisai dice 'gracias, es importante'

Ilstar y Erisai hacen un aparte en un rincón del vestíbulo.

Ilstar susurra 'Dime'

Erisai coge la mano de su hermano y le mira a los ojos, y no puede evitar un sobresalto.

Erisai susurra 'Ils, tus ojos... tienen más dorado que el otro dia...'

Ilstar con las prisas ha olvidado evitar la mirada de Erisai.

Erisai susurra 'seguro que estas bien? esto no puede ser normal... tendria que verte una Aes Sedai'

Ilstar susurra 'Sí, bueno, Lyra sigue sin saber qué ocurre, pero no me siento más... debilitado ni nada por el estilo'

Erisai descarta el tema con un ademan, las palabras se le agolpan y quiere ser rapida por no entretener a su hermano.

Erisai susurra 'Aleina Sedai me ha dicho que nos vamos en tres dias, tres dias, Ilstar... a la Torre blanca '

Ilstar se remueve en el lugar.

Ilstar dice 'En tres días...'

Ilstar baja el tono de voz.

Ilstar susurra 'No sé si... no sé si llegaré en tres días de Shienar, Risi'

Erisai susurra 'oh, pero has pensado de verdad en ello? vas a venir conmigo?'

Erisai mira esperanzada a Ilstar.

Erisai susurra 'no pasa nada si no puedes viajar con nosotras, podrias seguirme en cuanto llegues y le digas a padre que...'

Ilstar susurra 'Te di mi palabra, que si todo iba bien iría contigo'

Erisai susurra 'y todo va bien, no es asi? no puedes encauzar el Saidin, que seria lo peor'

Ilstar guarda silencio.

Erisai susurra 'Ils?'

Ilstar susurra 'Todo va bien, Erisai'

Erisai susurra 'entonces? por que no hay ni una gota de entusiasmo en tus palabras? ni en tu mirada...'

Ilstar susurra 'risi'

Erisai abate los hombros mirando alrededor para cerciorarse de que nadie se fija en ellos.

Erisai susurra 'dime...'

Ilstar susurra 'Te juro por la luz que iría contigo... Pero creo que no vaa poder ser'

Erisai se retuerce las manos y mira a su hermano con tristeza.

Erisai susurra 'no quieres venir conmigo, lo noto'

Ilstar mira con fiereza a Erisai.

Erisai da un paso atras.

Ilstar susurra 'No... no vuelvas a poner en duda mi palabra, erisai. Cuándo... cuándo te he fallado?'

Ilstar aprieta los puños.

Erisai se da la vuelta por unos instantes, luchando contra las ganas de llorar, no entiende que le pasa a Ilstar.

Ilstar hace un esfuerzo por relajar sus manos y apoya una en el hombro de Erisai.

Erisai se gira lentamente.

Erisai susurra 'lo siento, tus motivos tendras'

Ilstar susurra 'risi, lo siento, no pretendía asustarte'

Erisai susurra 'pues lo has hecho, nunca me habias mirado de ese modo'

Erisai se muerde los labios intentando controlar su tristeza.

Ilstar susurra 'Me ha dolido que no me creas, que no confíes en mí'

Ilstar tiene la mirada baja.

Erisai acaricia con un dedo la mejilla de su hermano.

Erisai susurra 'no es que no confie en ti, Ilstar, es que has cambiado y no se por que'

Ilstar susurra 'No sé si debo... no sé si es conveniente para ti que sepas más, Risi'

Erisai dice 'mas.. de que?'

Ilstar susurra 'De mi... de mis motivos'

Erisai mira a Ilstar con un interrogante desolado en el fondo de sus ojos.

Erisai dice 'quieres contarmelos? quiero saber que es lo que te esta alejando de mi'

Ilstar susurra 'No sé si de verdad quieres saberlos. Puede ser... peligroso'

Erisai levanta las palmas desnudas.
Erisai dice 'peligroso... tu.. para mi?'

Ilstar levanta la cabeza y mira solemne a Erisai.

Ilstar asiente despacio.

Ilstar susurra 'Haremos una cosa'

Erisai escucha sin dejar de mirar a su hermano.

Ilstar susurra 'Voy a ir a Medo y a volver lo más rápido posible. Si cuando vuelva todavía estás aquí'

Ilstar se queda callado unos instantes.

Ilstar susurra 'TE lo mostraré'

Erisai dice 'y por que no ahora? si no me encuentras me ire con el alma en vilo, no puedes hacerme esto'

Ilstar susurra 'Si llego y no estás, te juro que te buscaré'

Erisai susurra 'como quieras...'

Erisai se da la vuelta de nuevo y sus hombros se estremecen presa de un extraño presentimiento.

Ilstar toma la mano de Erisai otra vez.

Ilstar susurra 'Confía en mí, Risi'

Erisai sigue sin darse la vuelta, no quiere que Ilstar la vea llorar, aunque bien sabe que el se da cuenta.

Ilstar besa la parte posterior de la cabeza de su hermana.

Ilstar susurra 'Confía en mí, por la luz'

Erisai asiente sin palabras, incapaz de hablar

Ilstar susurra 'Me das un abrazo, por favor?'

Ilstar muestra la mejor sonrisa que es capaz de adoptar.

Erisai intuye la sonrisa de su hermano, se gira y lo abraza, no puede resistirse a su ruego y a esa sonrisa.

Ilstar estrecha fuerte a Erisai.

Erisai susurra 'cabeza de chorlito... ve volando a Medo'

Ilstar susurra 'Vuestros deseos son órdenes'

Erisai sonrie sin poder evitarlo, planta un sonoro beso en la mejilla de Ilstar y se va corriendo.