viernes, 22 de septiembre de 2017

Prisionero. Capítulo 1. Por Renji

Todo está oscuro y un fuerte dolor de cabeza te invade. De momento solo escuchas tu respiración, pero poco a poco reconoces los sonidos que llegan a tu oído. Escuchas con claridad el marchar de centenares de pies corriendo. Abres tus ojos, confundido, e intentas reincorporarte. Miras tus manos anudadas y manchadas con sangre, intentas levantarte pero algo te lo impide. Observas cómo el fuego consume Campo de Emond. Asustado, te sacudes pero estas atado de pies a cabeza sin posibilidad de movimiento. Te preguntas una y otra vez que está pasando y por qué te sientes tan perdido de lo que sucede. Tragas saliva y escuchas los gritos, los gruñidos, absolutamente todo te parece irreal.

Algo o alguien te arrastra. Intentas gritar pero llevas un amarre en la boca. Su figura humanoide te sorprende y entras en pánico. De las sombras han emergido tus peores pesadillas haciéndose reales: los temidos trolloc.

Uno de ellos con cabeza de jabalí te mira y ruge como la bestia que es, tu cuerpo se paraliza y el vello de tu cuerpo se eriza por el escalofrió. Es tu fin, es tu fin, es tu fin, una y otra vez repetidos en la cabeza, tus pupilas se dilatan mientras el trolloc se acerca, recibes el impacto de un puñetazo directo en tu rostro y todo acaba para ti.

Despiertas lentamente mientras observas que el día ya llegó, miras a seis prisioneros que están en las mismas condiciones que tú, todos asustados, ninguno puede hablar, ninguno es capaz de siquiera murmurar una frase por miedo a ser liquidado. Intentas levantarte, pero estas amarrado a un gran árbol y sigues sin posibilidades de movimiento, intentas reconocer donde estas, pero nada se te parece familiar. El miedo se siente en el ambiente, casi tangible, podrías cortarlo con una navaja, si no fuese por las cuerdas que aprietan tus muñecas.

Llevas un tiempo despierto y la oscuridad comienza a caer, has intentado moverte, pero lo único que has logrado es magullar tu cuerpo por el jaleo. Sientes los pasos del ser acercarse, tu corazón palpita acelerado, tu piel se eriza, asustado miras al ser, su cabeza de oso con un enorme cuerpo humano no hace más que llenar de pavor tus ojos con su sola presencia. Comienza a quitarte las amarras, quizás es tu oportunidad deberías correr; en el momento en que te quita las cuerdas te levantas, pero habías olvidado el detalle de tus pies y te vas de frente contra el suelo, eres arrastrado nuevamente por un largo tramo, de pronto todo se queda quieto y miras alrededor, el trolloc se marcha, piensas si es tu oportunidad de volver a escapar, te levantas rápidamente con ayuda de tus piernas y a brincos intentas escapar, sientes que estas cerca de lograrlo pero un puñetazo en el rostro te tumba y te hace caer inconsciente, otra vez…

Despiertas dolorido, suspiras profundamente y miras a tu alrededor, aún estas acompañado de seis prisioneros más, piensas si volver a escapar, pero te sientes tan fatigado, tu cuerpo apenas tiene energía, la bestia se acerca y te desclava de la estaca que ataba tus amarras, y te arrastran por otro largo tramo, pero esta vez, solo decides cerrar los ojos y asumir tu terrible final…

Despiertas totalmente desconcertado, miras la oscuridad que te rodea y sientes tu piel erizada al instante, observas dónde te encuentras, no sabes si es un sueño o parte de la realidad, sientes el paso agitado de quien te carga, observas bien y las escaleras están suspendidas en el aire, en una negrura infinita con algunas partes con estructuras rotas, tu respiración se agita y sientes cómo el pánico te absorbe; de pronto y de la nada sientes como una pequeña brisa comienza a golpear tu cara, las bestias gruñen y aumentan la velocidad. Todo es gruñido y pánico, intentas pensar que podría estar ocasionando este alboroto, pero aun no logras relacionar nada, te sientes cada vez más asustado mientras escuchas los espeluznantes gritos como miles de voces acercándose a ti, lamentándose, retorciéndose, escuchas sus incoherencias y esto lo único que provoca en ti es espanto, piensas en sacudirte, pero tu única oportunidad de sobrevivir es confiar en las ganas de vivir del trolloc que te carga, de pronto algo se clava en tu oído: “La Sangre, la sangre tan dulce de beber…” no escuchas más y aprietas tus ojos cerrándolos como si la oscuridad ya no fuese suficiente y comienzas a gritar; mueres de miedo y sientes como te vas quedando sin aire, como si alguien te tomase por la garganta; mueres con cada segundo que pasa, las miles de voces se escuchan más cerca: “Yo no tengo ojos, arrancar los ojos de tu cabeza, lindos ojos, partiré los huesos en el interior de la carne”, abres tus ojos dilatados y el frio de tu cuerpo te inmoviliza, MUERES.

Despiertas y tan solo al abrir los ojos te arrastras por el piso y comienzas a gritar, notas que ya no estas amarrado y te pones en las esquina de unas barracas moviéndote nerviosamente, observas el complejo de cuevas y con tus ojos bien abiertos mientras relames tus labios susurras ‘Sangre, sangre tan dulce de beber…’ te tomas la cara con tu mano derecha y comienzas a reír de una manera macabra…


Continuara…

2 comentarios:

  1. Que mente mas extraña 😂😂 esta bueno 👍 interesante, te imaginas todo y eso lo hace bueno... espero continue 👏 te amo 😍 tu fan numero 1 ever 😘😘

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