jueves, 2 de junio de 2016

De Lrotu. Buscando respuestas.





Fue una noche clara, de esas con multitud de estrellas y luna plateada en el cielo; si, de esas que invitan a pasar la noche alrededor de una hoguera compartiendo un barril de vino y un juego de dados...
Y soñé:
O eso creí, un sueño extraño, pero no de esos sueños que se esfuman con las primeras luces del día, no, un sueño de esos que permanecen en tu subconsciente hasta que le haces caso o empiezas a perder la razón.
Caminaba por una zona de pastos tan grande que no sabía bien la dirección a seguir, siguiendo a no sé qué, o no se quien, escuchando a los lobos en la distancia, tal vez llamando, tal vez cazando...
Una sensación de soledad me envolvía como una manta cálida, y un cúmulo de emociones me rondaba, entre sorpresa y tristeza, alegría y fortuna; desasosiego, temor, y una nota de alarma y desarraigo que no supe entender.
Caminaba y caminaba mientras por mi mente pasaban como relámpagos visiones extrañas, donde los olores, las emociones, los sentidos estaba mezclados de una forma que no sabía interpretar, o tal vez no podía interpretar, y mientras avanzaba me iba llegando el presentimiento de que algo o alguien estaba cerca, esperando o buscando a algo o alguien…

No sé por qué, tuve la sensación que debía buscar ese sitio y saber lo que significaba.

Pasaron varios días en los que terminé mis asuntos en la ciudad y haciendo algunas averiguaciones supe que una gran zona de pastos era la llamada Karalain, y hacia allí dirigí mis pasos buscando quien sabe que, solo persiguiendo un sueño, o quizás,... persiguiendo a la luna.


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