martes, 31 de mayo de 2016

De ederik. Orígenes.




Mis orígenes.

Era una noche lluviosa de verano en Dos Ríos, cuando de pronto un ejército de seres de la sombra invadían Campo de Emond matando a todas las personas que encontraban en su camino. Seres de un formidable tamaño, unos con cabezas de osos y picos de cuervo, otros con cabezas de jabalíes, toros con cuernos enormes; vestían cotas de maya color oscuro, las cuales se confundían con las sombras de la noche, y espadas que se parecían a una guadaña.
De pronto yo Ederik Sariush, hijo de mi madre Malene muerta poco después de mi nacimiento, y de mi padre Harry Sariush corrí a la forja de maese Luhhan de donde estaba cerca porque todo el mundo daba la alarma de que estábamos siendo atacados por engendros de la sombra y ver si podía coger algunas espadas para defender mi lugar de origen y dar las espadas a cuanto viese en mi camino.
Yo apenas me iniciaba en uso de la espada y nunca en mi vida había peleado con una espada de verdad. La única verdadera espada que tuve en mis manos fue la de mi padre Harry el cual murió a manos de un fado.

Corría alertando a toda la población entregando algunas espadas, mientras que, uno de los más diestros guerreros de la región, llamado Tam Al'Thor reorganizaba y agrupaba a los hombres más expertos en la lucha con armas de lucha cuerpo a cuerpo y armas de filo, mientras yo me agrupaba con los arqueros y nos alineábamos para dar muerte a esos seres del obscuro.
Tras varias horas de intensa pelea logramos derrotar a todos los troillocs y dos fados que costaron las bajas de muchos hombres, escuché decir a uno de los guerreros  a otro guerrero; yo no tengo el número certero ya que al término de la tragedia, uno de los mas diestros guerreros me apartó del campo de batalla y tras haber escuchado que yo quería aprender a peliar con la espada e igualmente, conocía por mi gusto de la Torre Blanca y de mis sueños para pertenecer a ella, y así yo convertirme en un valeroso gaidin de alguna sedai y así junto con el DragÛn renacido y las sedais marchar al tarmon gaidon, la última batalla.
Me dice de forma seria -Muchacho, eres diestro con el arco, aun que te falta mucho mas por aprender; a partir de ahora, yo Znar, te instruiré en algunas artes del combate.-  Hace una pausa para permitirme pensar y posteriormente Znar continúa haciendo algunas correcciones sobre mi técnica al usar el arco y tras ello dice: -¿Estás dispuesto a aprender de mi sin cuestionar mis métodos y conocimientos muchacho? -
A lo que yo asiento con un gesto de cabeza.
Y de esta forma comienza mi preparaciónn como guerrero con Znar.

Una curiosa y conocida técnica.


Desperté muy temprano como todos los días, sin embargo hoy algo extraño sentía, algo que me ayudaba a aislarme de los problemas en base a una pequeña lucecita en mi mente a la cual arrojaba todo lo que me mantenía desconcentrado, aun que yo estaba mucho mas alerta de lo natural no lograba deshacerme de todo lo que me perturbaba para lograr total concentración como intentaba enseñarme Znar.
. Estando yo en Campo de Emond haciendo un par de estiramientos y ejercicios para empezar mi trabajo como todos los días, cuando escucho a lo lejos voces de hombres y el ruido de metal golpeando contra metal. Me extrañó mucho ello y por consecuente ágil y silencioso me moví haciendo el menor ruido posible para acercarme al lugar y descubrir de que o quién se trataba. Nada mas ni nada menos, --Luz!, que maravilloso pelean esos dos guerreros! Al llegar a un lugar mas cercano posible de donde escuchaba las voces y el chocar metal contra metal sin que me descubriesen mis ojos no podían creer lo que en ese momento ocurría. Si, dos magníficos guerreros blandían espadas reales y realizaban un duelo, el cual parecía que estuviesen peleando a muerte. Uno de los hombres parece ser un maestro de armas y el otro hombre mucho mas joven y esbelto, por sus rasgos pareciese ser un tuathaan. Un Tuathaan con una espada! –- Luz! Jamás había presenciado algo así!. —- era increíble con la destreza que ambos hombres ejecutaban poses de estupendos guerreros, como La luna al viento, El jabalí baja corriendo la montaña, El lagarto en el espino, entre muchas mas que estaban fuera de mis conocimientos pero que Znar me había explicaod.
-Ederik!! - Gritó el hombre mayor el cual parecía un maestro de armas que lanzaba espadazos  veloces en el duelo. – Luz! – Que susto me ha dado, lo mas increíble, ese hombre me ha visto sin descuidar en lo absoluto el combate y yo me e quedado inmóvil, anonagado por el combate y por que a pesar de todos mis intentos por evitar ser visto fui descubierto como si fuese yo una iguana tirada de panza arriba tomando el sol. Ambos guerreros finalizan el combate y se dirigen hacia mi hablando entre ellos y secándose el sudor de la frente producido por el combate.--
-He -- muchacho – Me grita el hombre mayor, lo miro mas detenidamente y me doy cuenta que se trata de Znar; me hacen señas para que me acerque a ellos. Nos encontramos en el camino y se detienen a saludarme y empiezan a hablarme sobre el combate, destreza y demás relacionado con el tema.
Znar  empieza a preguntarme el como me e dado cuenta de que ellos entrenaban y ahí pienso yo en si debo contar sobre esa pequeña luz en forma de una pequeña llama que he empezado a conseguir ver en mi mente, la cual me ayuda a aislarme de todo problema y tener una mayor concentración; al final decido hablar sobre ello y los dos hombres se quedan en silencio y mirándose uno al otro.
?    -Veo entonces que comienzas a entender como poner a la práctica llama y vacío chico.- Dice Znar. Yo extrañado pregunto, -- ¿Y que es eso? Entonces Znar me explica por fin que lo que un dia me contó recibe este nombre y que todo guerrero deberá dominar esta práctica si quiere ser bueno en combate.
?    Mas tarde Znar coge su arco y un par de flechas de un carcaj algo viejo, se interna un poco en el bosque y al poco rato regresa con un par de conejos y algunas ramas para comer puesto que el día ya está algo avanzado. Pienso yo: este hombre a demás de ejecutar muy bien la espada debe ser un magnífico arquero puesto que no a durado casi nada en dar caza a los conejos que trae.
?    Me entrega los conejos y me arroja un pequeño cuchillo pero muy filoso para despellejar los conejos y ponerlos a asar; empiezo a ejecutar el trabajo encomendado y al poco rato ya hay lumbre y yo todo manchado de sangre pero con el trabajo bien ejecutado ponemos los conejos en una vara para asarlos.

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