Todo está oscuro
y un fuerte dolor de cabeza te invade. De momento solo escuchas tu respiración,
pero poco a poco reconoces los sonidos que llegan a tu oído. Escuchas con
claridad el marchar de centenares de pies corriendo. Abres tus ojos, confundido,
e intentas reincorporarte. Miras tus manos anudadas y manchadas con sangre,
intentas levantarte pero algo te lo impide. Observas cómo el fuego consume Campo
de Emond. Asustado, te sacudes pero estas atado de pies a cabeza sin
posibilidad de movimiento. Te preguntas una y otra vez que está pasando y por
qué te sientes tan perdido de lo que sucede. Tragas saliva y escuchas los
gritos, los gruñidos, absolutamente todo te parece irreal.
Algo o alguien
te arrastra. Intentas gritar pero llevas un amarre en la boca. Su figura humanoide
te sorprende y entras en pánico. De las sombras han emergido tus peores
pesadillas haciéndose reales: los temidos trolloc.
Uno de ellos con
cabeza de jabalí te mira y ruge como la bestia que es, tu cuerpo se paraliza y el
vello de tu cuerpo se eriza por el escalofrió. Es tu fin, es tu fin, es tu fin,
una y otra vez repetidos en la cabeza, tus pupilas se dilatan mientras el
trolloc se acerca, recibes el impacto de un puñetazo directo en tu rostro y
todo acaba para ti.
Despiertas
lentamente mientras observas que el día ya llegó, miras a seis prisioneros que
están en las mismas condiciones que tú, todos asustados, ninguno puede hablar,
ninguno es capaz de siquiera murmurar una frase por miedo a ser liquidado.
Intentas levantarte, pero estas amarrado a un gran árbol y sigues sin
posibilidades de movimiento, intentas reconocer donde estas, pero nada se te
parece familiar. El miedo se siente en el ambiente, casi tangible, podrías cortarlo
con una navaja, si no fuese por las cuerdas que aprietan tus muñecas.
Llevas un tiempo
despierto y la oscuridad comienza a caer, has intentado moverte, pero lo único
que has logrado es magullar tu cuerpo por el jaleo. Sientes los pasos del ser
acercarse, tu corazón palpita acelerado, tu piel se eriza, asustado miras al
ser, su cabeza de oso con un enorme cuerpo humano no hace más que llenar de pavor
tus ojos con su sola presencia. Comienza a quitarte las amarras, quizás es tu
oportunidad deberías correr; en el momento en que te quita las cuerdas te
levantas, pero habías olvidado el detalle de tus pies y te vas de frente contra
el suelo, eres arrastrado nuevamente por un largo tramo, de pronto todo se
queda quieto y miras alrededor, el trolloc se marcha, piensas si es tu
oportunidad de volver a escapar, te levantas rápidamente con ayuda de tus
piernas y a brincos intentas escapar, sientes que estas cerca de lograrlo pero
un puñetazo en el rostro te tumba y te hace caer inconsciente, otra vez…
Despiertas dolorido,
suspiras profundamente y miras a tu alrededor, aún estas acompañado de seis
prisioneros más, piensas si volver a escapar, pero te sientes tan fatigado, tu
cuerpo apenas tiene energía, la bestia se acerca y te desclava de la estaca que
ataba tus amarras, y te arrastran por otro largo tramo, pero esta vez, solo
decides cerrar los ojos y asumir tu terrible final…
Despiertas
totalmente desconcertado, miras la oscuridad que te rodea y sientes tu piel
erizada al instante, observas dónde te encuentras, no sabes si es un sueño o
parte de la realidad, sientes el paso agitado de quien te carga, observas bien
y las escaleras están suspendidas en el aire, en una negrura infinita con
algunas partes con estructuras rotas, tu respiración se agita y sientes cómo el
pánico te absorbe; de pronto y de la nada sientes como una pequeña brisa
comienza a golpear tu cara, las bestias gruñen y aumentan la velocidad. Todo es
gruñido y pánico, intentas pensar que podría estar ocasionando este alboroto,
pero aun no logras relacionar nada, te sientes cada vez más asustado mientras
escuchas los espeluznantes gritos como miles de voces acercándose a ti,
lamentándose, retorciéndose, escuchas sus incoherencias y esto lo único que
provoca en ti es espanto, piensas en sacudirte, pero tu única oportunidad de
sobrevivir es confiar en las ganas de vivir del trolloc que te carga, de pronto
algo se clava en tu oído: “La Sangre, la sangre tan dulce de beber…” no
escuchas más y aprietas tus ojos cerrándolos como si la oscuridad ya no fuese
suficiente y comienzas a gritar; mueres de miedo y sientes como te vas quedando
sin aire, como si alguien te tomase por la garganta; mueres con cada segundo
que pasa, las miles de voces se escuchan más cerca: “Yo no tengo ojos, arrancar
los ojos de tu cabeza, lindos ojos, partiré los huesos en el interior de la
carne”, abres tus ojos dilatados y el frio de tu cuerpo te inmoviliza, MUERES.
Despiertas y tan
solo al abrir los ojos te arrastras por el piso y comienzas a gritar, notas que
ya no estas amarrado y te pones en las esquina de unas barracas moviéndote
nerviosamente, observas el complejo de cuevas y con tus ojos bien abiertos
mientras relames tus labios susurras ‘Sangre, sangre tan
dulce de beber…’ te tomas la cara con tu mano derecha y comienzas a reír de una
manera macabra…
Continuara…
Que mente mas extraña 😂😂 esta bueno 👍 interesante, te imaginas todo y eso lo hace bueno... espero continue 👏 te amo 😍 tu fan numero 1 ever 😘😘
ResponderEliminarGracias amor 😍😘
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