domingo, 8 de octubre de 2017

De Keiven, Farid e inmortales: Entrenamiento en la Torre 2

El patio de entrenamiento
    Has llegado al patio de entrenamiento de la Torre Blanca.  Ves parejas    y aprendices  alineados simulando  combates con sus espadas de prácticas mientras el maestro los observa con gran atención.   Desde aquí se divisa el cubo donde  se depositan las armas que  usan los chicos y al lado un armario donde seguramente se guardan los útiles de entrenamiento.
    A la parte opuesta ves una vaya en la que casi siempre hay alguna novicia o aceptada prestando atención,  incluso,  alguna que otra hermana se deja ver admirando la preparación de los futuros guardianes.
    La tarde es extrañamente calurosa, aun cuando la mañana no ha superado los cinco grados de temperatura
    Farid camina junto a Keiven hcia los patios de entrenamiento.
    Los patios, como es habitual, están llenos de guardianes y cachorros entrenando.
    Keiven camina expectante, preguntándose en qué consistirá ese entrenamiento... especial.
    Algunas Aes Sedai pasean tranquilas mirando los combates más espectaculares de cuando en cuando.
    Novicias y aceptadas vienen y van aprovechando todo el tiempo libre que tienen para ojear a los aprendices y cachorros.
    Farid dice 'ya tendrás pretendientas, me imagino'
    Dices 'no, mi señor'
    Farid mira con sonrisa burlona a Keiven.
    Dices 'lo cierto es que..., no me lo imaginaba así'
    Dices 'en cierto modo, esto parece una feria ambulante'
    Dices 'como si nos exhibiéramos a la mejor postora, si me permitís la expresión'
    Keiven se guarda mucho de que pueda ser escuchado por alguna de las presentes.
    Farid dice 'cuando aparece la indicada, supongo que es como buscar esposa'
    Keiven se gira hacia Farid.
    Dices 'un flechazo?'
    Keiven sonríe, con sorna.
    Farid dice 'no exactamente'
    Farid dice 'es más bien como sentir la confianza necesaria en esa persona'
    Dices 'nunca he pensado en... ellas de ese modo, de hecho siempre me hacen sentir incómodo'
    Dices 'bueno, todas menos una'
    Farid se gira hacia Keiven.
    Keiven siente calor en las mejillas.
    Farid dice 'es un primer paso'
    Dices 'pero eso no significa que ella se haya fijado en mi'
    Farid dice 'el vínculo es más importante que un matrimonio, a mi entender'
    Dices 'además, algo me dice que en esto, como en todo... siempre deciden ellas'
    Keiven se atusa la coleta.
    Farid dice 'algún día te contaré como me sucedió a mi'
    Dices 'eso sería de mucha ayuda, aunque entiendo que es algo íntimo, supongo'
    Farid mira hacia la torre donde Xunynn parece que otra vez está discutiendo con alguien.
    Farid dice 'sigamos con lo nuestro'
    Dices 'sí, estoy ansioso por seguir progresando'
    Farid dice 'quedate solo con el pantalón vestido, y ponte en el centro de este círculo '
    Farid señala una de las secciones vacías del patio.
    Keiven obedece la orden con presteza, no siente remilgos por la semidesnudez.
    Farid hace un gesto a varios cachorros que se acerquen con el pedido.
    Keiven se coloca en la posición indicada y agradece la brisa sobre el sudor en su piel.
    Farid dice 'Keiven Den'Astur cierra los ojos'
    Farid dice 'abraza el vacío'
    Farid dice 'siente la tierra y el aire a tu alrededor'
    Keiven se concentra en la llama que envuelve el vacío y cierra los ojos con fuerza, esperando lo que sea.
    Farid coge una de las piedras de un cubo y la lanza hacia Keiven.
    Keiven acusa el impacto en el torso con un gemido. Susurra 'ahí va un buen verdugón'
    Farid dice 'concentrate, debes sentirla llegar'
    Keiven trata de sentir el aire a su alrededor, anticiparse.
    Farid dice 'algunos lo llaman intuición'
    Farid coge otra piedra y vuelve a lanzar.
    Keiven se encoge ligeramente, tratando de olvidarse del dolor y adopta la pose de la rosa se despliega.
    Farid dice 'el dolor es mental, abrazalo como al vacío'
    Farid lanza una piedra a los pies cerca de Keiven.
    Keiven escucha, con sus sentidos amplificados por la oscuridad que lo rodea, cómo tintinea el guijarro sobre el suelo.
    Farid hace un gesto a uno de los cachorros para que lance otra piedra.
    Alguien lanza una piedra a los pies de Keiven. A su vez, Farid lanza dos piedras más.
    Keiven gruñe al sentir que esta piedra venía de otra dirección, pero no la habría esquivado.
    Farid dice 'no te estás concentrando Keiven'
    Keiven sacude la cabeza y responde: 'estoy concentrado, mi señor, al menos en el grado que puedo alcanzar'
    Farid dice 'no existe el cansancio, no existe el dolor, no hay ni calor ni frio'
    Farid dice 'solo estas tú, agudiza tus sentidos!'
    Farid susurra 'no me decepciones'
    Keiven percibe el espacio a su alrededor como una partitura, simple y llena de tramas invisibles, permitiendo que el silencio del viento acaricie sus sentidos.
    Farid se mueve con pies sigilosos alrededor de Keiven guardando la distancia, cada dos pasos va lanzando un par de piedras.
    Keiven siente la vibración de las piedras en la brisa que le rodea, no consigue esquivarlas pero es un avance.
    Farid continua la ronda.
    Keiven se adentra en su propio vacío, enlazándola con la melodía que nadie más puede escuchar.
    Keiven comienza a mover los pies y la cintura como si danzara, casi puede "ver" las piedras volando a su alrededor.
    Farid sigue en silencio al frente de Keiven y lanza una piedra hacia su pecho.
    Keiven no piensa, solo se deja llevar, gira los hombros hacia la izquierda y la piedra le roza el vello del torso.
    Susurra 'la he visto venir, mi señor'
    Farid hace una señal y dos cachorros lanzan más piedras alrededor.
    Keiven respira deprisa, pero no es cansancio, sino excitación.
    Farid dice 'permanece concentrado'
    Keiven se agacha en un rápido giro, solo una de las dos le alcanza en el antebrazo. Canturrea en silencio, está
    cantando al viento.
    Keiven grita '¡más!'
    Farid dice 'ojos cerrados, vacío, eres uno con la tierra y el aire'
    Keiven asienta los pies como si echaran raíces.
    Farid vuelve a hacer más gestos, levanta cinco dedos y otros tantos cachorros lanzan piedras.
    Keiven ha sentido la agitación de las manos de Farid, sabe que es el momento.
    Farid observa como Keiven inicia una danza para esquivar las piedras.
    Keiven se convierte en un remolino de movimientos armoniosos, cada pulgada de su piel es un sonido en su partitura particular.
    Keiven esquiva cuatro de los proyectiles.
    Dices 'los he evitado todos, mi señor'
    Otra piedra surca el aire y golpea con dureza a Keiven en el brazo.
    Farid dice 'no Keiven, no lo has hecho'
    Keiven abre la palma de la mano y muestra el quinto guijarro, ignorando ese último.
    Farid dice 'no has esquivado el último golpe, el más importante'
    Farid dice 'sigue concentrado'
    Keiven mira la piedra, pensativo, y después el moratón que se anuncia en el brazo por el sexto proyectil.
    Keiven asiente y vuelve a cerrar los ojos.
    Farid se acerca a Keiven. Keiven flota en el Vacío que lo envuelve.
    Farid dice 'ojos cerrados, siente el aire alrededor del bastón'
    Farid hace giros con el bastón alrededor de Keiven. Ni demasiado cerca ni demasiado lejos.
    Keiven imagina el bastón de Farid como un arpegio.
    Keiven no se mueve, espera a que Farid lance un golpe.
    Farid acerca todavía más el bastón
    Keiven aguarda.
    Farid cambia la curva con el arma, intentando dar un ligero golpe en el brazo derecho.
    Keiven se limita a girar por instinto.
    El bastón hace la misma curva por el lado izquierdo.
    Keiven vuelve a girar, anotando mentalmente el ritmo que insinúa el bastón.
    El bastón inicia una pasada horizontal a la altura de la cabeza de Keiven.
    Keiven echa el cuerpo atrás desde la cintura, sin mover los pies, el aire se agita a dos pulgadas de su nariz, sin tocarlo.
    Farid mueve el bastón hacia el suelo.
    Keiven apoya ambas manos sobre el enlosado para levantar los pies y evitar el barrido.
    Farid sigue moviendo el bastón haciendo distintos movimientos y curvas.
    Keiven danza con el aire que mueve el bastón, es una música que le llena el espíritu.
    Las gotas de sudor caen por el suelo.
    Farid gira alrededor de Keiven.
    El bastón roza a Keiven en cada ataque, pero nunca llega a impactar.
    Keiven no pierde en ningún momento el encaramiento con Farid, sin dejar de estar atento por si algún otro se añade al baile.
    Farid le hace un gesto a Makzim Gaidin.
    Makzim Gaidin se acerca con una espada de madera.
    Farid sigue los movimientos cada vez más rápidos.
    Keiven percibe una nueva agitación de las partículas del aire a su espalda.
    Makzim Gaidin inicia el baile junto a Farid Gaidin.
    Makzim Gaidin mueve su espada alrededor de Keiven.
    Keiven ha de estar pendiente de dos movimientos ondulantes al tiempo, pero su mente es capaz de percibir dos melodías a la vez.
     Farid hace un barrido con el bastón.
    Makzim Gaidin descarga un golpe horizontal a la altura de la cabeza de Keiven.
    Keiven salta con los dos pies mientras hace una voltereta hacia atrás.
    Susurras 'eso ha pasado cerca'
    Keiven abraza el silencio, abraza el agotamiento y el dolor.
    Farid sonríe satisfecho, continua con un golpe a la derecha de Keiven.
    Makzim Gaidin inicia un golpe a la izquierda de Keiven.
    Keiven se inclina en dirección contraria con los brazos pegados al cuerpo, ignorando los calambres.
    Farid dice 'no hay dolor, no hay cansancio'
    Keiven levanta un brazo y detiene la espada que empuña Makzim con el canto de la mano.
    Farid lanza el bastón al aire encima de Keiven.
    Keiven lo agarra al vuelo y de inmediato adopta la pose de la Torre de la mañana.
    Farid se gira y coge en el aire una espada de entrenamiento.
    Makzim Gaidin hace un gesto de asentimiento.
    Makzim Gaidin y Farid adoptan la pose de la Picanegra.
    Keiven se prepara para el crescendo final.
    Farid inicia un ataque directo con su espada.
    Keiven interpone el bastón como si pudiera ver la estocada.
    Makzim Gaidin se abalanza sobre Keiven lanzando golpes con su espada.
    Farid dice 'concentración, vacío, aire y tierra'
    Keiven hace girar el bastón sobre su cintura para que bascule hacia el ataque que le viene de la izquierda, el molinete detiene todos los golpes.
    Farid continua con los golpes mientras gira alrededor de Keiven.
    Keiven utiliza todas las poses defensivas sin perder el equilibrio.
    Makzim Gaidin se retira unos pasos hacia atrás.
    Keiven percibe el movimiento a su izquierda y se prepara para recibir un ataque combinado.
    Farid arroja su espada a un costado.
    Farid dice 'es suficiente'
    Keiven jadea, congestionado.
    Farid se acerca a una esquina a beber un poco de agua.
    Keiven abre los ojos despacio, acostumbrándose a la luminosidad del día.
    Farid coge el cubo de agua y lanza todo el agua a Keiven.
    Keiven ni se molesta en evitarlo, deja que la frescura lo devuelva a la vida
    Farid sonríe satisfecho y te hace un gesto para que te acerques.
    Keiven se ríe a carcajadas, feliz.
    Dices 'la Curación es peor que el agua, mi señor'
    Farid dice 'vámonos te has ganado la cena y el descanso'
    Keiven hace una inclinación de cabeza hacia Makzim Gaidin antes de echar a andar en pos de Farid.
    Makzim Gaidin saluda con su espada.
    Dices 'creo que podría dormir dos días seguidos'
    Makzim Gaidin se gira hacia un grupo de cachorros que pretende entrenar en la hora que queda de luz.
    Keiven ve a Arhelyn entre los espectadores, es la primera vez que se ha acercado al patio de entrenamiento.
    Farid dice 'gracias señores por su ayuda'
    Keiven es consciente ahora de cada uno de los moratones sobre su cuerpo, pero no pedirá la curación, será un recordatorio de la importante lección del día.
    Farid dedica un saludo a todos y se gira hacia la torre. Por el camino, insiste: 'la concentración lo es todo'
    Asientes a lo que ha dicho Farid.
    Farid dice 'el vacío si quieres llamarlo así'
    Dices 'la música ha sido la clave para asimilar vuestras enseñanzas'
    Farid te da un par de palmaditas en la espalda.
    Dices 'sois un gran maestro, mi señor, sacáis lo mejor de mí'
    Farid dice 'tienes permiso para descansar el día de mañana'
    Keiven asiente agradecido, aunque sabe que volverá al patio de entrenamiento, ahora tiene otro aliciente.

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