viernes, 9 de junio de 2017

De Khalindira, Sartek, Ayein e Inmortales. La noche de la profecía (IV y última)


Participantes:
Ayein, Sartek, Khalindira, Sheriam Bayanar, Arinvar, Nevada, Silviana Brehon, Siuan Sanche. (punto de vista neutro)

El interior de un caseron
Te habia llamado la atencion por ser mas grande y estrafalario que las demas
casas de la aldea.  Tu sorpresa aumenta al ver que hasta donde te alcanza la
vista,  el espacio  esta repleto de  estanterias con cientos de pergaminos y
libros.  Solo destaca una chimenea de ladrillos amarillentos y una gran mesa
en el centro de la estancia cubierta por entero de papeles y tinteros.


Sartek soltando un grito frenético de negación, de rebeldía, de desesperación se abre paso entre los lobos y de un salto vertiginoso para pasar por encima de los cuerpos caídos se interpone entre una especie de nube negra y Khalindira.

La perrita gime asustada, yendo de aca para alla como una pequeña bola de algode en movimiento.

Khalindira siente la desesperacion de Sartek y entonces, como si el tiempo se detuviera, le ve correr enajenadamente y arrojarse entre el tejido y ella. Su grito intentando detenerle estremece a todos en la habitacion, al tiempo que sus verdes ojos ven como la negra nube se adhiere a la piel del hombre y comienza a corroerla.

Todos miran como el Guardian se agita espasmodicamente en el aire. El olor a carne quemada y a muerte inunda todo el recinto, al tiempo que sus brazos y piernas crujen y pierden tonicidad antes de la caida.

Sartek grita, aúlla de un dolor insoportable que alcanza sus huesos, pero todavía es capaz de mirar a Khalindira a los ojos y seguir negando con la cabeza

Khalindira susurra 'No... no...maldito seas NOOO!!'

Khalindira siente el increible dolor de su guardian a traves del vinculo, pero aun sobre este, el amor del hombre sigue siendo mas fuerte. Sus verdes ojos miran como los tambien verdes del Gaidin se van cerrando al tiempo que termina de caer pesadamente al suelo, agitandose entre estertores de muerte.

Sartek cae desmadejado a los pies de la Amyrlin, sus quejidos van más allá de lo humanamente posible, y aún así, mantiene la mirada de Khalindira mientras irradia todo su amor y los párpados se cierran, despacio

Los lobos aullan y una especie de extraña sacudida parece agitar el Entramado, como si el aire rielara.

Khalindira se arrodilla y toca el cuello de su guardian, comprobando que aun vive. Entonces el  dolor angustiante que llena a la Amyrlin se convierte de pronto en la mas abrasadora de las iras. Cogiendo la vara entre sus manos se pone en pie y en un esfuerzo sobrehumano busca nuevamente la Fuente Verdadera.

En cuanto los gritos del Gaidin cesan, todo se queda en un subito silencio, casi antinatural, los lobos han terminado con el fado aunque uno de ellos ha resultado muerto

Sheriam dice 'guardian por guardian, ahora te toca a ti, no podras con nosotras tres'

Sheriam repara entonces en la vara blanquecina que sujeta Khalindira y su expresion muestra un profundo miedo

Khalindira dice 'De pronto tienes miedo, Sheriam?? Teme, si por la Luz, TEMEME!'

Sheriam agarra fuerte el angreal y comienza a tejer de nuevo a toda prisa.

El escudo que rodea a la Amyrlin estalla en cientos de pequeños puntos de energia, y la mujer queda envuelta en un cegador brillo del saidar como las Negras jamas han visto ni imaginado en su vida.

Ayein grita cerca de aqui 'aaaahahahahahAAAAhh!'

Sheriam viendo la estremecedora fuerza que emana de la Amyrlin, se agacha para susurrar algo a la otra Sedai. Al moverse pisa el rabo de la perra que se ha entremetido entre sus pies

La perra dolorida, despavorida por tanto olor a sangre, por tanto grito, da un salto para huir y con el brusco movimiento golpea a la Negra, provocando que Sheriam suelte el angreal que cae tintineando al suelo

Sheriam se mira la mano, incredula.

Khalindira arroja el angreal con un flujo de aire lejos de la otra, al tiempo que avanza unos pasos para dejar a Sartek a sus espaldas. Los flujos de energia que emanan de la Llama de Tar Valon son gruesos como ramas de un arbol.

Sheriam susurra 'no, no, no, no'

Khalindira dice 'Podre con vosotras tres y con todas vosotras juntas. Acabaste con Jhamira a traicion. Veamos que puedes hacer ahora, hija de una cabra!'

Sheriam intenta abrir un acceso pero las otras dos mujeres estan agotadas, no consigue fuerza suficiente sin el angreal y queda a merced de los tejidos de la Amyrlin.

Ayein grita cerca de aqui como hace meses no puede hacerlo 'dentro, dentro, teneis que ir dentro!'

Dos escudos cortan el acceso a la fuente de las agotadas negras. Solo Sheriam continua abrazando el Saidar.

Luego, la Amyrlin levanta la cabeza con los ojos llenos de un fuego abrasador fijos en Sheriam.

Khalindira dice 'Contigo en cambio, no tendre piedad alguna'

Las mujeres se desploman, agotadas, aterradas por lo que sienten... por lo que no sienten.

Sheriam intenta por segunda vez abrir un acceso pero apenas consigue una linea mas fina que un cabello

Khalindira dice 'Siente ahora mi ira, Sheriam Bayanar. Tu seras la primera, pero te juro que acabare con todas vosotras!'

Los dos engendros que se acercaban a la puerta caen atravesados por haces de luz. Al desplomarse, Silviana y Siuan llegan al dintel de la puerta justo en el momento en que un haz de energia como un latigo sale de la Amyrlin e impacta en el corazon de la Negra. Entonces, el brillo del Saidar desaparece para siempre de alrededor de ella.

Sheriam se tapa la cara con las dos manos y suelta un grito que trasciende las paredes.

Sheriam grita 'nooooooo!'

Sheriam se desploma y se hace un ovillo junto a las otras dos.

Silviana corre junto a Khalindira mas descompuesta que nunca, como jamas nadie la ha visto

Silviana dice 'Madre... por la luz...

Khalindira deja caer la vara y se avalanza sobre la recien neutralizada Negra, sin siquiera reparar en la Guardiana de las Cronicas.

Khalindira se monta a horcajadas sobre ella y comienza a abofetearla, ora con una mano, ora con la otra.

Khalindira dice 'condenada hija de la sombra, no he acabado contigo...'

Siuan mira a Khalindira y se arrodilla junto al Gaidin, su talento en la Curacion es escaso pero quizas pueda retenerle la vida por unos momentos

Silviana pone una mano en el hombro de la Amyrlin y la aparta ligeramente de Sheriam

Silviana dice 'esta bien, Madre, ahora esto es un asunto de la Antecamara'

Khalindira al escuchar la desapasionada voz de Silviana, se debate entre ponerse en pie o continuar con la feroz golpiza a la traidora.

Finalmente, la Amyrlin cede a la razon y se pone en pie, jadeando.

Silviana dice 'Hemos de incinerar a los engendros que aun quedan y los cuerpos de los abatidos, Madre, si no queremos que la poblacion acabe sabiendo lo que ha pasado aqui'

Khalindira apenas presta atencion a las palabras de la roja, sigue con sus ojos fieros clavados en la desmadejada Sheriam.

Silviana hace retroceder aun mas a la Amyrlin.

Silviana dice 'asi que sugiero que vayais a atender a vuestro Gaidin porque si no ha muerto ya, poco le falta y dejeis que me ocupe de ella

Silviana mira imperturbable a Sheriam, aunque en sus ojos se percibe un intenso asco.

Khalindira mira entonces a Sartek, que respira dificultosamente mientras Siuan, acuclillada junto a el, intenta mantenerle con vida.

Khalindira dice 'Ocupate personalmente, Silviana. No se la entregues a nadie, me has entendido?'

Silviana asiente recogiendo el angreal para abrir un acceso

Khalindira dice 'La Antecamara entera puede solicitarte lo que sea y la respuesta es no. Este es un Asunto Sellado para la Llama. Y deja ese angreal. Te llevas esto'

Khalindira coge la Vara Vora y se la tiende a Silviana.

Silviana toma la vara con renuencia, ella jamas habria considerado sacarla de la Torre. Luego, envuelve a Sheriam en flujos de aire y la levanta cogiendola por los cabellos

Silviana dice 'vamos, Sheriam, hay un sitio donde podras pasar el resto de tu vida

Silviana cruza el acceso arrastrando a Sheriam tras de si.

Siuan susurra 'Khalindira, tu Guardian se muere'

La Amyrlin corta la distancia en dos zancadas, le indica a Siuan que ayude a Ayein con un seco cabeceo. A traves de la pequeña figurita de un Caballo Rojo encabritado que sostiene entre sus manos, se mantiene aferrada a la fuente y se arrodilla junto a Sartek.

Khalindira dice 'Resiste, Luz, resiste jodida cabra testaruda, resiste porque ...'

Siuan mira a Khalindira con un profundo sentimiento en sus ojos azules, tras lo cual se incorpora y busca a Ayein con la mirada.

Ayein se acerca tambaleandose y al ver la grotesca escena y el estado del hombre no puede evitar que las lagrimas afluyan a sus ojos

Khalindira teje flujos de energia y agua para destruir el efecto residual del tejido.

Sartek no se mueve, apenas respira

Khalindira dice 'Vamos Sartek, tu puedes...'

Khalindira acaba de limpiar los restos del tejido y comienza a ahondar el cuerpo de su Guardian para saber hasta donde llega el daño.

Siuan se fija en los flujos que teje Khalindira, impotente

Khalindira dice 'Sartek... condenada cabra, no estas luchando... No me hagas esto'

Khalindira intenta unir sus flujos a la energia vital del hombre, pero pareciera que el hombre se resiste.

Siuan susurra 'estamos perdiendo el tiempo, por que no lo llevamos a la torre, quizas Iandara.. o Romanda...'

Khalindira dice 'No, Siuan... el... no se dejara curar... '

Siuan susurra 'pero por que, por las barbas de un pez cabra, si te ama...'

La impotencia en la voz de la Amyrlin es tan clara que la pequeña perrita se acerca a ella y le rasca la espalda con una pata.

Khalindira dice 'No me ama, Siuan... Vivio para vengar a Jhamira... y ahora que ya esta hecho, quiere regresar al abrazo de la Madre...'

Sartek se remueve y emite un gemido desgarrador

Las lagrimas ruedan por las mejillas de la Amyrlin, al tiempo que los flujos son rechazados una vez mas.

Khalindira dice 'Sartek... Luz... yo te necesito, no puedes dejarme ahora... '

Siuan se da la vuelta, no puede con la escena.

Khalindira llora desconsoladamente sobre el pecho ensangrentado de su Guardian.

Khalindira dice 'Por favor... Sartek... yo... yo... yo te amo'

Ayein se adelanta, temblando, y rodea a Siuan con sus brazos, aunque no la conoce de nada. La voz ha huido de nuevo de su garganta.

La perra aulla lastimeramente pegada a Khalindira.

Despacio, muy lentamente, Sartek mueve los dedos y roza apenas el cabello que se soltó del moño de Khalindira y se derrama por su costado. 

La Amyrlin siente entonces los fuertes sentimientos de Sartek hacia ella a traves del vinculo

Khalindira levanta la cabeza y acerca su rostro al del Guardian.

Khalindira dice 'dejame curarte, te lo pido.. te lo ruego..'

La voz de la Amyrlin siempre tan firme, tan segura, es ahora tremula, suplicante.

Las pestañas de Sartek se estremecen ligeramente

Sartek susurra '...'

Khalindira intenta una vez mas unir los flujos de la curacion a la energia vital del Guardian...

Sartek se rinde ante la embestida gélida de la curación, y todo su cuerpo se arquea con una convulsión imposible mientras boquea en busca de aire

Khalindira , al sentir que finalmente el hombre le permite hacer, teje con la mayor determinacion que jamas ha sentido. Uno a uno va reparando huesos y carne, mientras un brillo esperanzador aparece en sus ojos llenos de lagrimas y tierra.

Sartek abre los ojos velados por el dolor, la conmoción de la Curación y las lágrimas, y su respiración áspera gana el aire con esfuerzo, mientras un quejido tras otro acompaña cada porción de su cuerpo que se cura.

Siuan al ver que por fin Khalindira puede curar a Sartek, se ofrece a hacer lo propio por Ayein, ella apenas tiene talento para esto, pero aliviara sus heridas.

Ayein baja la cabeza como ofreciendola, y cierra los ojos

Sartek susurra 'Khali... caballito rojo...'

Khalindira se estremece al escuchar la voz de su Guardian.

Khalindira susurra 'Mi viejo halcon desplumado... creo que aun volaras...'

Aunque los brazos le pesan como montañas, Sartek envuelve a Khalindira contra su pecho y la abraza con la única fuerza que le queda, la de sus sentimientos hacia ella.

Khalindira escucha los latidos del corazon del shienariano, apoyada contra su pecho. El suyo propio aun desbocado por la intensa lucha que ha sucedido, dentro y fuera de ella misma. Y se queda unos segundos aferrada a esa calma. Sabe que en algun lugar del Entramado, Jhamira finalmente puede descansar en paz.

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