domingo, 10 de julio de 2016

De Marshelm (anterior a Un sueño) - Primeras experiencias.





Después de recorrer pasillos y mirar todo tipo de tapices y hermosos dibujos de muchos colores en las baldosas, llegamos a una zona un poco más austera, había muchas chicas vestidas con el mismo vestido blanco que me dieron a mí y el mismo calzado, por lo que supuse que eran novicias como yo.

Todas me miraban y algunas se acercaron a darme palabras de bienvenida, luego con impaciencia mi guía me hiso señas que la siguiera y seguimos caminando hasta un cuartito muy pequeñito, casi del mismo tamaño que el que tenía en mi casa, pero mucho más sobrio.

Este será tu cuarto, dice la novicia que me acompañaba, - procura no dañar nada y mantener todo limpio, las aes sedai no aguantaran descuidos, así que si no quieres probar lo dura que puede ser la mano de la maestra de novicias tienes que ser prolija con tus cosas.

Muy bien, dije, - gracias por el consejo.

Ella sonrió y me dijo, - bienvenida.

Se dio la vuelta y me dejó sola en la habitación. Tomé mis cosas y ordené todo en su lugar, saqué mi diario de mi mochila de viaje y me senté en la cama a escribir.

Y aquí estoy, pensando en todo lo que me dijo la maestra de novicias, y extrañando a mi amiga, sé que no la volveré a ver, porque ya debe estar de regreso a su ciudad, ya que yo tardé casi 3 días en llegar a la torre, y por eso está lleno de tristeza mi corazón.

Imagino la cara que pondría si se enterara que tengo el don, que quizá pueda convertirme en una sedai…

Por la Luz! Las caras que pondrán mis padres… las lagrimas brotaron de mis ojos sin ningún esfuerzo, yo sabía que no podría volver a casa, no convertida en sedai, seguramente papá me apresaría él mismo para entregarme a algún capa blanca.

Mi vida anterior quedó atrás definitivamente, - ya nada será igual, dije con la voz quebrada.

Por los momentos intentaré descansar, mañana me esperan emociones fuertes y mucho trabajo, porque quiero prepararme y ser la mejor, y por la LUZ que lucharé por el bien, nada me separará de la senda de la verdad, y si es cierto que el poder corrompe como dicen mis padres, yo no me dejaré vencer, antes muerta que sirviendo a la sombra.



A continuación cierro el diario, me meto a la cama y sin pensarlo demasiado el cansancio hace mella en mí, y me quedo dormida inmediatamente.

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