lunes, 23 de mayo de 2016
De Xunynn. Regredso a la Torre Blanca.
Tras su viaje a Mos Shirare para dar la nefasta noticia de la muerte de Septienna Sedai a la Sede Amyrlin, Xunynn ha regresado y se encuentra en las dependencias del Ajah azul tomando un breve descanso.
Es ahora el momento en que la asentada puede detenerse y reflexionar unos minutos sobre los sucesos recientes:
dependencias del Ajah Azul
Nada mas entrar te sorprende la cantidad de retratos que cuelgan en las
paredes, de las antiguas dirigentes de la Torre Blanca. El suelo esta
cubierto por una hermosa alfombra azul de tonos apagados. Dos grandes
mesas con sus sillas esperan ser usadas. Las mesas estan cubiertas de
mapas desplegados, pergaminos, frascos de tinta y plumas de escritura.
Una pequeña chimenea caldea el ambiente y a ambos lados de la misma dos
lamparas de pie emiten una luz tenue. Aqui las Hermanas del Ajah Azul
esperan informacion del mundo.
Entro en la sala y, aprovechando que estoy totalmente sola, me acerco a una mesita donde reposa una tetera y varias tazas, cojo una y con un hilo de poder caliento el te, y tras servirme un poco me recuesto en uno de los sillones.
Entre sorbo y sorbo me doy al fin la oportunidad para pensar en lo ocurrido hasta ahora:
No ha sido fácil para Mi encargarme de las tareas de Septienna, quien habría sido la maestra de novicias de la torre blanca, Pero... la rueda teje según sus designios con que hay que seguir adelante.
Me levanto, doy un paso hacia la mesa y pongo una cucharada de miel en mi taza. En lugar de volver a sentarme, comienzo a caminar por la estancia, los nervios y la confusión me atenazan, pues también la Amyrlin me ha encargado investigar qué fue lo que causó la muerte de Septienna Sedai, mejor dicho, quién la causó, esto no va a resultar una tarea fácil en absoluto y ahora no tengo la menor idea de por donde empezar.
Doy un ondo suspiro, dejo mi taza en la mesa y vuelvo a sentarme en un sillón cercano al fuego, el frío o tal vez el cansancio empiezan a hacer mella en mi.
Estoy algo desasosegada por tantas cosas que hay por hacer.
Me acurruco en el sillón y vuelvo a pensar en la conversación con la Amyrlin.
Un escalofrío me recorre el cuerpo, luz! estoy casi segura de quienes fueron, pero me pone los pelos de punta el pensar en siquiera mencionar al .. Ajah negro.
Me sacude un sobresalto al escuchar mi propia voz, luz! no me había dado cuenta que estaba pensando en voz alta; me reprocho mi descuido, he de ser más cauta si no quiero terminar como Septienna!
Intento tranquilizarme y vuelvo a ser yo, me sumerjo en mi máscara de impasibilidad Ae Sedai.
Es ahora cuando me doy cuenta que ya es tarde, y pese a que el cansancio parece querer acabar con mis maltrechas fuerzas, no puedo ir a dormir, no ahora, aún quedan cosas que hacer, tengo que comenzar inmediatamente con lo que me han ordenado por mi propio bien y el bien de la torre...
continuará.
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